martes, 25 de agosto de 2009

2- Apéndice





      Un pensamiento para antes de pensar:

(una nota ahora que nos enfrentamos juntos
a la quinta edición de este Breviario)




A)
Antes de que te pongas a tratar de entender los párrafos que vienen a continuación, en forma de aforismos, pensamientos,  etc. te propongo algo básico, que nos conducirá luego a una mayor comprensión de lo que intento explicarte… Quiero proponerte que hagas una sesión de relajación conmigo; que dejes las cosas de la calle…

Apaguemos las luces y los cuerpos… pongamos los focos al mínimo… túmbate en el suelo… Respiramos profundamente… Pongamos una idea en la mente… Algo relacionado con los textos que hayas hecho los últimos días, algo que sepas de memoria… Respira… Relájate, a conciencia, físicamente: la nuca, cuello, hombros, mejillas, párpados, tórax… sigue respirando, siente ahora tu cintura, muslos, nalgas, piernas, pies…  respira…relaja ahora tus brazos, manos… haz que los dedos se prolonguen… Apaga la totalidad de tu cuerpo… continúa pensando en tu texto… respíralo… sueña… Tu cuerpo ha de estar tranquilo, tu mente, activa, moderadamente activa… Busca la sinceridad de lo que ocurre en tu interior… No mientas… desinhibe todo el cuerpo… Piensa que estás en la orilla del mar… busca un color… una imagen… respira… di tu texto para que sólo lo escuches tú… piensa que estás sobre la arena húmeda, que tu cuerpo se hunde, muy poco a poco, que dejas marca con tu cuerpo en la arena… piensa en eso solo, en ti, en tu cuerpo, en tu texto aprendido y dicho para adentro… escúchate, convéncete… sé sincero con lo que dices, y nótalo en todo el cuerpo, poco a poco, casi desapareciendo… ve al centro de ti mismo… busca el lugar idóneo donde más tarde, luego, dirás lo que ahora tienes en la mente, cuando estés de pié… busca ese sitio, tu paraíso, tú mismo, acaso ese lugar que buscas con una imagen, con un color, eres tú mismo… Tú eres el lugar de la representación… tú eres el templo donde todo ocurre…

No mientas, no te mientas… si vas a mentirte, deja el ejercicio… Si vas a continuar, entrégate… y ahora susurra el texto en voz muy baja… escucharás a los demás compañeros que están en el suelo, junto a ti, haciendo el mismo ejercicio… sabrás que no estás sólo, que eres parte de una sociedad escénica, que eres parte de un conjunto… nota tu cuerpo, y comienza a intuir los de tus compañeros… sigue así, y goza de este momento de paz que es sólo tuyo, pero que compartes de forma natural, orgánica, con los demás… Has de habituarte a compartir desde ahora… Respira, toma conciencia de cada parte de tu cuerpo, pasea el texto por dentro de ti, nótalo en tu interior como si el texto te hubiera poseído…

Has de permanecer así unos minutos, no ha de faltarte ni respiración, ni paz, ni texto dicho en susurro… Cuando hayas logrado un equilibrio entre lo que estás diciendo, sintiendo, y notando en todo el cuerpo, quédate así, y escucha… hay clases que pueden comenzar escuchando lo que tengo que decirte, ahora que ya no eres parte de la calle, ahora que no sientes nada común, que todo es extraordinario dentro de ti… Antes de que te diga cosas que pueden serte útiles, pediré al conjunto de compañeros que todos susurren su texto, de modo que logremos que el escenario sea un escenario de muchos textos, muchos sonidos, ideas, emociones… colectivas… Será un escenario de palabras con significación escénica… Ya, dilo, decidlo todos en susurro… El escenario está en penumbra… Ya, hemos de oíros a todos… Quédate un rato así… Pondré una música, cualquier fragmento de ópera, y cuando empiece a explicar, vuelve a una semi-realidad, una realidad parcial, donde eres consciente de lo que ocurre, pero sigues siendo parte del paraíso verbal, emocional y físico que se ha creado… ¿Ya? ¿Preparados? Respira de forma cómoda, tranquila, suave, como si estuvieras casi dormido,  y escucha esta parte de la clase en ese duermevela… con el cuerpo semiapagado…

B)

 Hablemos ahora de la sinceridad, de tu sinceridad en el contexto en que te encuentras, como parte de un logro que te propongo: hagamos eso e intentemos llegar a entender qué supone esa sinceridad dentro de lo que hemos llamado  “significación actoral” o  plenitud del significado en escena, cuando hemos tenido en cuenta además, los significantes o la forma de las cosas… la Significación de una actuación es el alcance de la misma, la relevancia. Producimos significación cuando hemos logrado ese pequeño instante interpretativo del que nos sentimos orgullosos… ese instante logrado desde el impulso vital, el impulso verbal (artístico), desde los verbo/textos, verbo/emociones, verbo/pasiones, verbo/colores, verbo/imágenes, verbo/gestos… Si te fijas un poco, los impulsos vitales y los artísticos a los que quieres llegar son prácticamente la misma cosa: son deseos irrefrenables de sinceridad en la vida y en el arte.

Supuestamente, sabemos reconocer impulsas en la vida de forma “fácil”, y supuestamente también, esos impulsos son difíciles de lograr en la construcción artística. Cuando la verdad es que unos y otros son el resultado de un deseo de sinceridad en el escenario de la vida, o en el escenario del arte.

No sabemos nunca, a ciencia cierta, los significados de nuestra vida, nuestro devenir…Tampoco conocemos los resortes del arte, los misterios de los personajes (que no son más misteriosos que nosotros mismos). Todos, ellos y nosotros, dejamos de tener interés si somos de significación inmediata. Seres humanos y personajes, se convierten en aburridos y evidentes cuando se ha desvelado su misterio. Nos pasa en el amor, en la amistad con ésta o aquella persona, y nos ocurre también con Nora, Brick, Maggi –La Gata en el tejado de zinc- Cara de Plata, Lear, Macbeth… Cuando sabemos cómo son, dejan de interesarnos.
El ansia de lo absoluto está basada en su desconocimiento. Sucede en la búsqueda religiosa, artística… pero no por eso se deja de buscar. El hecho de que nunca se encuentre a Cristo, es lo que hace que se le busque…Nunca vamos a  encontrar lo absoluto, pero sí que podemos usar formas de aproximación, que nos hagan estar con Él (Dios o el Arte).

Mientras estás ahí en el suelo, relajado, respirando, prepárate para que el texto entre en ti, intervenga en lo más profundo de tu sistema, lo remueva, lo altere, lo transforme… deja que el texto –que es un sistema- invada tu sistema. Déjate avasallar, “violar”, para que cuando emerjas del suelo, lentamente, lo hagas pleno de algo que está más allá de ti mismo, porque habrás comulgado con el texto, comido de su alimento.

Controla ese proceso sabiéndote observado. Aprende a no tener miedo del amor en público. No hagas como los necios que se resisten. No opongas resistencia a esa “violencia” del texto. Déjate llevar y aparta el miedo para siempre, y el rechazo. Ni una molécula en tu cuerpo debe mostrar resistencia. Tómate tu tiempo.

Es ahora, en tu escuela, en tu centro de entrenamiento, donde has de practicar algo que no te brindarán los años de profesión: aprende ahora como novicio, ahora es el momento. No vayas a la profesión sin haber aprendido a consagrarte tú sólo….

Tu cuerpo/ texto, relajado, extendido, dispuesto, generoso.

Tu cuerpo/verbo, bebido como licor suave, o como veneno (Lope de Vega). Aprende a emborracharte o a morir con tu actuación…

Disponte a “nacer” con tu texto/emociones… a reproducir lo vivido como si parieras.

Actuar es como parir y hay algo de masculino, femenino, sagrado, vulgar… en ese parto.
Que ocurre en tu lugar idóneo, el más idóneo para ti, el más recóndito en tu alma, en tu paraíso, tu jardín… que acaso seas tú mismo. A veces Itaca no está fuera de nosotros, sino en nuestro interior, y es ahí, en Itaca, en el paraíso, donde la actuación nace.

La Habana- Cuba, Marzo 2005


No hay comentarios:

Publicar un comentario